martes, 25 de agosto de 2009

En memoria de León Trotsky

Hace 69 años, un sicario de la burocracia stalinista asesinaba a León Trotsky en su exilio de México.
Lo ocurrido en el mundo desde entonces, ha confirmado en sus grandes rasgos mucho de
la teoría, los análisis y la política del gran revolucionario. 

Las burocracias “obreras” –tanto la de Moscú como la que luego se instalaría en Pekín– confirmaron históricamente su carácter contrarrevolucionario, promoviendo finalmente la restauración del capitalismo en todos sus dominios. Por su parte, el sistema capitalista, después del respiro que le dio esta capitulación, está demostrando plenamente que sólo puede llevar a la humanidad a la catástrofe, y a una escala que ni el mismo Trotsky llegó a imaginar. La disyuntiva de “socialismo o barbarie” se ha ampliado hasta el punto de que está en cuestión la supervivencia misma de la humanidad si no logra acabar a tiempo con el capitalismo. 

Pero también, aunque por la negativa, se ha confirmado que sólo si la única clase productora –la clase trabajadora– toma las riendas de la sociedad, se abre la posibilidad de superar revolucionariamente la explotación del hombre por el hombre. Todos los ensayos “sustituístas” –tanto los de las burocracias stalinistas como de los reformismos y populismos– fracasaron miserablemente en estos 69 años. 

Por eso, la reivindicación histórica del combate de León Trotsky es también la reivindicación y confirmación del “marxismo clásico”: la liberación de los trabajadores sólo podrá ser obra de los trabajadores mismos. 

Aquí, en memoria de León Trotsky, publicamos uno de sus textos teóricos más importantes, la explicación de la ley del desarrollo desigual y combinado como “la ley más general del proceso histórico”: una
herramienta teórica sin cual serían incomprensibles los actuales desarrollos latinoamericanos y mundiales.

www.socialismo-o-barbarie.org

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